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En los últimos meses, se ha utilizado en numerosas ocasiones el término “punto de inflexión” para describir la situación actual en el cambio climático y la política. En todo el mundo, la sociedad ha sido llamada a la acción ante el temor de llegar a un punto de inflexión: un momento de cambio repentino e irreversible. Incluso la deforestación no está excluida de esta idea, con varios potenciales puntos de inflexión en el sistema climático global y la salud de los bosques tropicales (Nobre y Borma, 2009). Hace dos semanas, numerosas organizaciones de la sociedad civil (OSC) transmitieron este sentimiento de urgencia al Banco Mundial para que se debatan cuestiones de desarrollo sostenible.
Las reuniones de primavera dieron pie a un optimismo cauteloso de cara al creciente reconocimiento de la importancia de los ecosistemas forestales dentro del Grupo del Banco Mundial (GBM) – en particular, el papel fundamental que juegan los bosques en la mitigación y adaptación al cambio climático y en el alivio de la pobreza, así como los beneficios libres de carbono que proveen los bosques. Los encuentros de primavera incluyeron varios eventos centrados en los bosques, organizados por el Banco Mundial y la sociedad civil, entre ellos un panel de alto nivel convocado por el Banco titulado “Protegiendo los bosques: Por qué las inversiones forestales son el próximo gran objetivo”.
El Banco Mundial también publicó su Plan de Acción Forestal (FAP, por sus siglas en inglés) justo a tiempo para las reuniones de primavera, tras el debate del Comité sobre la Eficacia en Términos de Desarrollo (CODE, por sus siglas en inglés). El FAP guiará las operaciones del Banco en el sector forestal durante el AF2016-20. Aunque quedan preguntas pendientes sobre la implementación del FAP y su nivel de ambición, el plan supone un hito por su inclusión no sólo de operaciones forestales sostenibles sino también por sus intervenciones “inteligentes” diseñadas para evitar la deforestación en otros sectores. Además, el FAP incluye temas críticos sobre la participación y los derechos, las instituciones y la gobernanza, así como el cambio climático y la capacidad de recuperación.
A pesar del fuerte vínculo existente entre los bosques y el cambio climático, los ponentes que participaron en el panel del Foro sobre Políticas de la Sociedad Civil, organizado por BIC-CI y titulado “Los bosques en el GBM en una era post-París”, expresaron su acuerdo sobre los numerosos beneficios adicionales que proveen los bosques y sobre su papel fundamental en el bienestar y la subsistencia de las comunidades tradicionales. Aunque la priorización de la amplia gama de beneficios y servicios que proveen los bosques todavía no queda clara, los panelistas aseguraron que los bosques deben ser completamente integrados en el trabajo climático del Banco, y centrales en los procesos de análisis y toma de decisiones para los Marcos de Alianza de País y las operaciones del Banco Mundial. Varios expertos también enfatizaron la importancia de aclarar que la tenencia de la tierra es una condición clave para la conservación forestal.
Los asistentes mencionaron el tema de las salvaguardas y si el Marco Ambiental y Social propuesto por el Banco es suficientemente robusto para promover la conservación forestal – sobre todo en casos de corrupción – dada la transferencia de la responsabilidad a los gobiernos prestatarios y la eliminación de una salvaguarda forestal específica. También se hizo referencia a la Declaración de Deforestación Cero, propuesta por la sociedad civil el año pasado, como una oportunidad perdida para fijar una meta específica en el FAP para la deforestación. Finalmente, se abordó el tema de la coherencia entre el trabajo del Banco Mundial en el sector de los bosques y sus operaciones en otros sectores, y como ejemplo se mencionó un proyecto de combustibles fósiles en Indonesia. Por último, algunos asistentes argumentaron que el FAP es “más de lo mismo” con respecto a los bosques y el Banco Mundial. Como respuesta, representantes del Banco Mundial afirmaron que el FAP supone un enfoque innovador a los bosques entre sectores del Banco.
Después de este fuerte impulso para los bosques que proporcionaron las reuniones de primavera, BIC y la sociedad civil esperan un compromiso renovado y más amplio con la conservación y la gestión forestal prometida por el FAP.