Como principal fuente de financiamiento público en la región andina y como uno de los principales impulsores de los programas de integración regional de Sudamérica, la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA), la Corporación Andina de Fomento (CAF) ha desempeñado y seguirá desempeñando un papel importante en el desarrollo de decenas de megaproyectos de infraestructura, entre los que se encuentran represas, carreteras y proyectos de energía que tienen un inmenso impacto ecológico y social en la región.
La CAF es, además, una importante entidad financiera en el sector bancario que otorga cantidades importantes para financiamiento a corto y mediano plazo a bancos públicos y privados de la región.
A pesar de su importante alcance y creciente influencia, la CAF ha funcionado principalmente fuera del escrutinio público y el radar de muchos grupos de la sociedad civil y de interés público en la región.
Para más información, véase el informe “Guion básico para la Corporación Andina de Fomento” del Bank Information Center.
Con la unión de Brasil, Argentina y Uruguay a los países andinos del Banco como miembros accionistas en el 2007, se prevé que la influencia de la CAF en la región aumente. Estos países tendrán ahora mayor voz y voto en la Junta Directiva de la CAF, la cual, hasta ahora, ha estado conformada principalmente por representantes de los países andinos. Esta condición como miembros titulares viene acompañada de una importante inyección de nuevo capital de trabajo que permitirá que la CAF amplíe los préstamos en la región de manera significativa. Si las recientes tasas de crecimiento anual del 20% continúan, la CAF pronto superará al Banco Mundial y al Banco Inter-Americano de Desarrollo (BID) como la principal entidad financiera prestamista multilateral en Latinoamérica.
La CAF afirma ser un banco que se dedica primordialmente al desarrollo sostenible y a la integración comercial. Más del 50% de la cartera actual de la CAF financia el desarrollo de infraestructura. De manera colectiva, muchos de estos proyectos están provocando un daño irreversible al propiciar un desarrollo no sostenible y afectar directamente a los ecosistemas y poblaciones locales susceptibles. En el continente sudamericano, esencialmente en la cuenca del Amazonas, los proyectos financiados por la CAF están estimulando la migración y la especulación de las tierras, acelerando el proceso de extracción de recursos no sostenibles, una rápida deforestación y están amenazando los territorios de pueblos indígenas; en su conjunto esto acelera la pérdida de biodiversidad, degradación ambiental y la pobreza en toda la región.
Nuestro estudio plasma un panorama preocupante de una institución financiera con falta de transparencia, muy flexible en sus préstamos, y que opera más como un banco comercial privado con importantes credenciales diplomáticas que como el motor de un desarrollo sostenible que afirma ser orgullosamente la oficina de Relaciones Públicas de la CAF. La CAF otorga ofertas de créditos relativamente fáciles pero con altos costos, un proceso simplificado de autorización de proyectos y la disposición de financiar proyectos que hayan sido rechazados por otros Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMD). Con un proceso de autorización de tan sólo tres meses la CAF se ha ganado la dudosa distinción de “Mastercard” de la región (un juego de palabras del slogan “para todo lo demás, existe MasterCAF”). La CAF está orgullosa de su fuerte historial de tener un enfoque flexible y no burocrático del financiamiento. Una característica importante de esta flexibilidad de la CAF es su enfoque de sistema de países hacia el financiamiento, en el cual categóricamente respeta los reglamentos de los prestatarios, las reglamentaciones y normas (incluso de procuración, auditoría y leyes sociales y ambientales), más que estipular un conjunto de normas bien definidas que exigirían que sus entidades financieras cumplieran con normas y reglas internacionales de mejores prácticas. Los prestatarios que buscan rápidas ganancias políticas consideran la agilidad de la CAF para financiar una importante ventaja sobre los demás BMD a pesar de los costos más altos de los préstamos de la CAF.
La proporción relativamente pequeña de personal respecto al volumen de préstamos (un total de sólo 400 personas) refleja la inadecuada capacidad interna de la institución para garantizar la calidad en la preparación, supervisión y evaluación del proyecto. Por esa razón, la efectividad del desarrollo con frecuencia depende de la incertidumbre o de una claramente deficiente capacidad de clientes o la falta total de una adecuada inversión. Como resultado, los proyectos de la CAF tienden a subestimar los costos del proyecto, en particular el costo del impacto social y ambiental y, a su vez, no alcanza a lograr un impacto óptimo de desarrollo.
No obstante, la flexibilidad de la CAF para financiar conlleva un alto precio social, ambiental y económico. El reciente aumento de la CAF en volumen de préstamos sólo ha sido posible gracias a un marco de medidas preventivas ambientales y sociales extraordinariamente débil que es significativamente más débil que los demás BMD y queda muy lejos de los estándares que exigen los bancos privados que operan en la región y que son signatarios de los Principios de Ecuador. Se ha puesto énfasis en una rápida autorización aunada a políticas débiles. El ciclo de los proyectos de la CAF también presenta un impedimento importante para la participación efectiva de la sociedad civil. Y lo más importante, la falta de transparencia y de divulgación de información a lo largo del ciclo de los proyectos dificulta mucho que la sociedad civil participe en el proceso. El presente estudio plantea la pregunta de cómo puede la CAF afirmar ser una institución líder en el desarrollo de la región que promueve una buena administración y una sustentabilidad ambiental y social sólida, cuando sus estándares no concuerdan con las mejores prácticas y parámetros internacionales de las instituciones financieras globales.
Además, los estándares ambientales y sociales de la CAF, que dependen en gran medida de que los prestatarios cumplan con sus propias leyes, son claramente inadecuados para reducir el daño de manera efectiva y dar beneficios positivos en proyectos que tengan fuertes impactos. La revisión realizada de veintidós resúmenes de proyectos de préstamo y de documentos de préstamo para proyectos con efectos ambientales y sociales significativos mostró varias tendencias alarmantes en la aplicación de las políticas de la CAF:
- Una implementación débil de las ya inadecuadas políticas de la CAF
- Los proyectos se autorizan sólo con estudios de pre-factibilidad que se realizaron con riesgo de subestimar los costos del proyecto y reducir el impacto en el desarrollo
- Los estudios ambientales y sociales con frecuencia se terminan en una fase tardía del proceso o después de que se haya autorizado el proyecto, lo que limita su impacto en el diseño del proyecto
- Fallas para condicionar el financiamiento en el cumplimiento de parámetros específicos de planes de gestión social y ambiental que mitigarían y reducirían el daño causado por el proyecto
- No asegura ni exige la implementación de planes de gestión social y ambiental
- No se apega a las condiciones de los demás bancos en por lo menos un proyecto altamente delicado
- No requiere de forma sistemática ni lleva a cabo de forma efectiva una evaluación ambiental estratégica en proyectos que tengan un impacto social y ambiental importante
- La débil capacidad institucional se pasa por alto al evaluar proyectos, lo cual lleva a que no se atienda y resuelva este importante riesgo en los proyectos
- Falta de monitoreo independiente sobre el cumplimiento con los planes de gestión social y ambiental
- Estándares ambientales poco estrictos
Quizás el limitante más grave en el enfoque de financiamiento y del débil marco de políticas de la CAF es que no minimiza el riesgo para asegurar que verdaderamente se lleven a cabo planes de gestión social y ambiental mediante la incorporación de condicionalidades en sus acuerdos de préstamo y mediante la implementación de sistemas efectivos e independientes de monitoreo. Nuestros dos estudios de caso, de profundo análisis, de la Carretera Santa Cruz-Puerto Suárez y la Carretera Sur Interoceánica demuestran claramente cómo la falta de disposición de la CAF de compartir la responsabilidad con sus prestatarios en minimizar el riesgo social y ambiental y de tener un efecto positivo gracias a los proyectos financiados por la CAF.
La estructura de propiedad y gestión de la CAF por gobiernos de Latino América es fundamental para comprender el enfoque en los clientes, la flexibilidad y falta de transparencia del banco respecto al financiamiento. La estructura regional de la Junta de la CAF en la cual los propietarios del capital del banco son también los prestatarios del capital del banco es también un factor clave que lo diferencia de otros bancos multilaterales de desarrollo que operan en la región. Con sede en Caracas, los miembros de la CAF está compuesta de 17 países de Latinoamérica y el Caribe y Europa, que incluyen: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad & Tobago, Uruguay y Venezuela, así como 15 bancos privados de la región andina. Estos países y bancos están representados en una Junta Directiva compuesta de 13 miembros que confiere el 75% de la autoridad para votar a la totalidad de miembros accionistas del banco (quienes hasta recientemente constaba de los cinco países andinos fundadores). Esta estructura de propiedad es un fuerte contraste con el Banco Mundial que es dominado por el norte y en menor medida, el BID en donde los prestatarios tienen que responder a los mandatos, intereses y condicionalidades de los países donantes (países no prestatarios) del Norte.
En teoría, las políticas y decisiones sobre préstamos de la CAF están en manos de sus accionistas. En la práctica, la Junta no residente, la cual se reúne trimestralmente, se apega mucho a la orientación del Presidente y de la alta gerencia. Gran parte del poder real está en la oficina del Presidente, a quien en los últimos años se le ha conferido autoridad para autorizar préstamos de menos de $75 millones y un plazo máximo de 12 años, sin previa autorización de la Junta. Enrique García, Presidente de la CAF, ha desempeñado el cargo desde 1996 y ejerce un enorme poder, mucho mayor en términos relativos que el que tienen los presidentes del BID y del Banco Mundial. El presidente García es conocido en toda la región como un líder altamente capaz con un fuerte enfoque en los clientes y como diplomático que mantiene excelentes relaciones con los gobiernos, tanto de la izquierda como de la derecha, al ofrecer una fuente alternativa confiable de financiamiento rápido para proyectos de gran prioridad que de otra manera se toparían con diversos obstáculos en los otros bancos de desarrollo de la región.
La mayoría del financiamiento de la CAF viene de mercados internacionales de capital, con una porción más pequeña pero aun importante del capital de la CAF que proporcionan sus miembros accionistas. Desde 1993, la CAF ha realizado más de 55 emisiones de bonos por un valor de más de $8.600 millones, entre los que están emisiones recientes en divisa local de varios países latinoamericanos como Perú, Venezuela y México. La CAF, merecidamente, se ha ganado una reputación en el mundo de las finanzas globales como un banco eficiente, ágil y altamente lucrativo con sólidas políticas financieras que le han dado a la institución cada vez más altas calificaciones de crédito en todas las agencias calificadoras importantes. Sus políticas mínimas sobre cuestiones sociales, ambientales y de procuración, así como su política de puertas abiertas para sus prestatarios, le han dado a la institución una dudosa reputación como “carroñero” por tomar proyectos que han sido rechazados por el Banco Mundial o el BID o simplemente los prestatarios consideran que demora demasiado en poner en las manos de otros BMD. No obstante, es sólo cuestión de tiempo antes de que los inversionistas globales del banco e incluso sus accionistas principales empiecen a preguntarse por qué un banco tan destacado, con creciente influencia en la región, no ha adoptado y fomentado los estándares industriales globales con respecto a una administración ambiental responsable y un desarrollo social responsable. Hasta ahora, muchos de los efectos negativos de los proyectos de la CAF han esquivado el escrutinio público. Aun en proyectos destacados financiados por la CAF como Yacyreta, Camisea I, la Carretera Santa Cruz-Puerto Suárez y el oleoducto Bolivia-Brasil, la mayor parte de la atención se ha dirigido a las agencias financieras mayores que participan, como el BID y el Banco Mundial.
Qué tan rápido se den cuenta los partidarios financieros de la CAF de las deficiencias en el financiamiento y el enfoque operativo de la institución y que empiecen a reformarlos, dependerá en gran medida de que grupos de la sociedad civil, con el apoyo de sus donantes, decidan tomar cartas en el asunto. Hasta ahora, la CAF no ha sido objeto de las críticas de la sociedad civil que durante años han tenido como objetivo ejercer presión en el Banco Mundial, el BID, las agencias de crédito para exportación y los principales bancos comerciales del Norte. En consecuencia, los principales bancos multilaterales de desarrollo han cambiado sus políticas, los bancos comerciales han empezado a adoptar nuevos estándares y ha surgido un importante consenso acerca de la mejor práctica internacional de las inversiones social y ambientalmente responsables. Aunque aún falta mucho para la implementación de estas políticas, ha habido importantes beneficios que están en riesgo de debilitarse cuando instituciones importantes como la CAF no requieran y hagan cumplir estos estándares.
Con su creciente papel de liderazgo e inversionista en la región, es aún más importante, que el Banco fije estándares más altos de sostenibilidad social y ambiental, en lugar de inspirar una carrera hacia el precipicio entre las demás multilaterales. Un aspecto más importante todavía es que la CAF debe experimentar una importante transformación respecto a sus propias políticas de transparencia. Una de las principales deficiencias de la CAF es la falta de una política de divulgación de información clara que considere incluso estándares mínimos de transparencia, lo cual es clave en una buena gestión y un desarrollo eficaz. A diferencia de los demás bancos multilaterales de desarrollo, a la CAF le falta una política clara sobre divulgación de información y no proporciona información sobre los proyectos antes de que sean autorizados y muy poca información fundamental durante la implementación. Como mínimo, la CAF debería establecer el mismo nivel de divulgación de información que sus homólogos, los otros bancos multilaterales de desarrollo que operan en la región. Asimismo, la CAF debería empezar a transformar los efectos negativos de su financiamiento insistiendo en el desarrollo e implementación de planes estratégicos de evaluación ambiental en todas sus operaciones de financiamiento. Por último, la CAF debe adoptar los más altos estándares, políticas y salvaguardas ambientales de las otras instituciones financieras. Esto significa que debe ir más allá de su enfoque de sistema de países. Al adoptar estos estándares mejorará significativamente la calidad y el impacto de las operaciones de la CAF. En los proyectos con riesgo ambiental y social alto o medio, la CAF debe adoptar estándares claros y obligatorios de financiamiento como subrayan los Principios de Ecuador y debe exigir alguna documentación de cumplimiento de estos estándares en sus documentos de autorización de préstamo:
- Los prestatarios deben realizar consultas previas, libres e informadas con las comunidades afectadas de manera adecuada estructural y culturalmente y garantizar que las dudas de las comunidades se incorporen plenamente al diseño de la operación. Los prestatarios deben tener en cuenta y documentar el proceso y los resultados de la consulta, inclusive las acciones convenidas que se desprendan de la consulta.
- El prestatario debe poner la información relativa al proyecto a disposición del público durante un período mínimo razonable en el idioma local y de manera culturalmente apropiada. La divulgación deberá hacerse en las primeras etapas del proceso de Evaluación y, antes de que empiece la construcción del proyecto y posteriormente, de manera continua.
- Los planes de administración social y ambiental deben basarse en el apego a las Normas de Desempeño de la CFI y a los Lineamientos específicos de Salud y Seguridad Ambiental Industrial aplicables. Esto es quizás lo más importante ya que asegura que se apegue a las mejores prácticas internacionales en áreas clave como derechos de los indígenas, conservación de la biodiversidad, derechos laborales,
- Expertos independientes deberán revisar la evaluación, el plan de gestión social y ambiental y el proceso de consulta en aquellos proyectos que sean de alto riesgo y los de mediano riesgo, si se considera pertinente.
- Se deben establecer mecanismos de queja para recibir y resolver las dudas y quejas durante el proyecto.
- Estipulaciones que requieran con el plan de gestión social y ambiental deberán incluirse en todos los convenios de préstamo
- Se debe exigir que se nombre a un experto independiente ambientalista y/o social que verifique el monitoreo del prestatario en todos los proyectos de alto riesgo y, si se considera adecuado, en los de mediano riesgo.
Historia y Estructura
La Corporación Andina de Fomento (CAF) es un banco multilateral de desarrollo regional, con una estructura similar a la del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Fue fundado en 1970 e inicialmente se constituyó con los cinco países andinos –Bolivia, Colombia, Venezuela, Perú y Ecuador — que hasta hoy son los principales accionistas.
Accionistas “A” y “B” | Accionistas “C” |
---|---|
BoliviaColombiaEcuadorPerúVenezuela | ArgentinaBrasilCosta RicaChileEspaña
Jamaica México Panamá Paraguay República Dominicana Trinidad y Tobago Uruguay |
Además que los cinco países andinos y los 12 países caribeños, latinos, y España, se integraron 16 bancos de toda América Latina. Todos los países miembros pueden recibir préstamos de la institución y varios países en el Caribe y el Cono Sur de Sudamérica son clientes regulares de la CAF.
La CAF se basa en Caracas, Venezuela, pero mantiene oficinas regionales en Bogotá, Quito, Lima y La Paz.
El Directorio maneja las operaciones diarios del banco, y según el sitio web de la CAF, es “Compuesto por los 12 miembros principales con sus respectivos suplentes, donde 10 de sus miembros son elegidos por los accionistas de las series “A” y “B” por un período de tres años, pudiendo ser reelectos.” Los accionistas no-andinos tienen su propio director y suplemente, igual que los accionistas privados.
Entre las funciones del Directivo se encuentran el establecimiento de las políticas de la Corporación, nombramiento del Presidente Ejecutivo, aprobación de las operaciones crediticias – los préstamos, el presupuesto anual de gastos, y el otorgamiento de garantías o inversiones.
Los Directores de la CAF se reúnen cada dos a tres meses para aprobar las propuestas acumuladas de préstamos. Pero el Presidente de la CAF tiene el poder unilateral aprobar prestamos menos que $75 millones sin la aprobación formal del Directivo.
Diferenciado que los otros IFIs, la CAF no tiene una Reunión Anual y solo funciona a través de sus reuniones ordinarias del Directivo.
El sitio CAF presenta su organigrama y una descripción detallada de sus órganos ejecutivos.
Presidente Enrique García
Enrique García es Presidente de la CAF desde diciembre de 1991 y fue reelegido para un quinto periodo hasta el año 2016.
García es de nacionalidad boliviana. Desempeño el rol de Ministro de Planeamiento y Coordinación y Jefe del Gabinete Económico y Social entre 1989 y 1991 bajo Jaime Paz Zamora. Anteriormente, en la década del 70, fue Viceministro de Planeamiento y Coordinación y miembro del Directorio del Banco Central bajo la dictadura del Gral. Hugo Banzer Suarez.García trabajaba como funcionario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) durante 17 años, donde acabó en el puesto de Tesorero luego de haber ocupado varias posiciones. Ha sido Gobernador por su país en el Banco Mundial, el BID y el Fondo Financiero de la Cuenca del Plata (FONPLATA), miembro del Comité de Desarrollo del BIRF (Banco Mundial) y del FMI en representación de Bolivia, Chile, Argentina, Perú, Uruguay y Paraguay, y Presidente del Directorio de la CAF. Es decir, García es uno de los miembros del círculo de poder de los IFIs.
La CAF y el mercado de capital
En diferencia a los otros IFIs, la CAF recibe la mayoría de su plata no de los países miembros sino de los mercados internacionales. Emite deuda en los mercados abiertos. Esto tiene dos implicancias importantes: uno, que la deuda fiscal de la CAF, no como lo del Banco Mundial o BID, no se puede condonar; segundo, que el rol del sector publico es mucho menos en la CAF cual implica menos posibilidad de utilizar la presión publica para abrir la institución.
La CAF sigue ascendiendo a las cumbres de las instituciones financieras lo cual permite la expansión de su cartera. En el 1993 la CAF por primera vez obtuvo estatus “investment grade” (grado de inversión) de las tres agencias principales de calificación de riesgo y tiene actualmente las calificaciones más altas del bono en la región. En el 2006 el Fitch Ratings mejoró la calificación de riesgo a largo plazo de la CAF de A a A+ y Standard & Poor´s la calificó con un “Positive Outlook.” Durante el 2005 la agencia Moody’s Investor Service mejoró la calificación conferida a la CAF para su deuda de largo plazo de A2 a A1.
La Corporación Andina de Fomento (CAF) llega a ser cada dia más importante en el financiamiento del desarrollo en Sudamerica. La CAF es actualmente la financiera multilateral más grande en Sudamérica, y en la región andina ha sido responsable de sobre 40% de los recursos totales aprobado por agencias multilaterales en la última década.
El foco primario de la CAF está en el desarrollo de la infraestructura apuntó a aumentar las capacidades del comercio. Cerca de 50% de la cartera de la CAF es dedicada a la infraestructura en transporte, almacenamiento, electricidad, gas, y agua. La influencia creciente de la CAF en la región debido a la expansión de su cartera y su falta de estándares sociales y ambientales ha sido una causa de preocupación para el BID. Dentro de las paredes del BID, es cada vez más común oír que la Administración expresa el temor que la CAF, junto con el BCIE (el Banco de América central para la Integración Económica), desvíe el negocio lejos del BID. La CAF y el BCIE prestan con requisitos y controles menos rigurosos para la misma capital que los países anteriormente obtuvieron del IDB. Esto crea un dilema que podría crear una “carrera al fondo” para todas instituciones financieras en la región.
Comparación con el BID
La influencia creciente de la CAF en la región debido a la expansión de su cartera y su falta de estándares sociales y ambientales ha sido una causa de preocupación para el BID. Dentro de las paredes del BID, es cada vez más común oír que la Administración expresa el temor que la CAF, junto con el BCIE (el Banco de América central para la Integración Económica), desvíe el negocio lejos del BID. La CAF, al igual que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), presta con requisitos y controles menos rigurosos para la misma capital que los países anteriormente obtuvieron del IDB. Esto crea un dilema que podría crear una “carrera al fondo” para todas instituciones financieras en la región.
Enfoque sectorial
Cerca de 50% de las aprobaciones de la CAF se destinan a la infraestructura para la integración regional, la competitividad y el desarrollo social.
Alrededor de 30% de las aprobaciones se destinan a iniciativas del sector privado. A su punto más alto en principios de este siglo, la infraestructura llegó representar un 70% de la cartera total.
Políticas ambientales y sociales
La CAF tiene una política ambiental/social/indígena de solo tres páginas, sin una guía para implementarlo, y en muchos aspecto de la protección ambiental depende en los Sistemas de Países– es decir, aplican las regulaciones ambientales y sociales del país prestatario en vez que tener una política de leyes harmonizadas que regulan todos los proyectos financiados por el banco. Además, depende en los países clientes para monitorear la implementación de los proyectos que financian.
La Estrategia Ambiental de la CAF describe los procedimientos y los instrumentos utilizados por la CAF para atender el impacto ambiental y social de los proyectos.
El documento de la Estrategia Medioambiental representa un mayor paso adelante, en términos de divulgación de la información. Mientras que es solo una estrategia, el documento se refiere a los términos de sostenibilidad, participación y equidad por los cuales, las operaciones de la CAF son guiadas. El documento explica el Sistema de Manejo Operacional Social y Medioambiental de la CAF, así como los procedimientos e instrumentos por los cuales la estrategia es aplicada. El documento también identifica los reportes social y medioambiental relevantes, que son requeridos en diferentes etapas del ciclo de proyecto de la CAF. Estos incluyen:
- Reporte Preliminar de Riesgos/Áreas Vulnerables Ambientales y Sociales (insumo de la etapa de originación de proyectos para el Comité de Negocios Corporativos, CNC)
- Informe Ambiental y Social (insumo de la etapa de evaluación de proyectos para el Comité de Préstamos e Inversiones, CPI).
- Condiciones Ambientales y Sociales Contractuales (insumo de la etapa de Formalización de proyectos para el Contrato de Préstamo).
- Criterio Técnico de Seguimiento Ambiental y Social (insumo para la etapa de Administración y Desembolso, condicionante en las solicitudes de desembolso y seguimiento de las operaciones.
Sin embargo, como una estrategia y no una política, el documento no ofrece ninguna indicación de cómo la CAF seria hecha responsable de estos principios. En muchos aspectos sensibles (consultas especiales, los acuerdos internacionales de medio ambiente, aplicación de las salvaguardas, etc.), la estrategia se refiere a las políticas, normas y leyes de los países socios como las que rigieran cualquier proyecto de la CAF. Esta metodología (el Country Systems Approach) se está discutiendo ampliamente tanto en el Banco Mundial como en el Banco Interamericano de Desarrollo y corre el riesgo de no poder contar en ningún estándar único para la CAF.
En el contexto de IIRSA, esto significa que los proyectos más controversiales, con los niveles más altos de riesgo de impactos negativos, están financiados por la CAF, porque puede financiarlos fácilmente sin tener que asegurar que el proyecto cumple con regulaciones ambientales, algo que el Banco Interamericano de Desarrollo no puede hacer.
Transparencia
La CAF es uno de las IFIs menos transparentes en el mundo. Oficiales de la CAF han indicado que la institución tiene una política de divulgación de información pero no puede divulgarla.
La única fuente de información concreta sobre las actividades del banco son los comunicados de prensa, que falta muchos datos importantes sobre el financiamiento de proyectos. Los documentos de préstamo no están disponibles al público, y la CAF no responde a pedidos para información sobre ellos.
El Documento de País (DEP) es el documento clave que enmarca la relación entre la CAF y el gobierno. Es exclusivamente un documento interno. La CAF también prepara un Plan Anual y un Plan Quincenal por cada país. En cuanto a proyectos específicos, ningunos documentos de proyectos, estudios de factibilidad ni estudios técnicos están disponibles al público. No obstante, copias deben existir en los ministerios relevantes de cada país.
En general, la CAF no tiene ninguna experiencia con responder a pruebas serias de su divulgación de información. Dado que la mayoría de financiamiento viene de los mercados de capital privados y no de los gobiernos miembros, resulta mas difícil utilizar la palanca de presión publica para acceder a documentación interna.
Este esquema de las guías sociales y medioambientales de la CAF es una herramienta importante para la sociedad civil, que les permite identificar instancias e instrumentos para comprometer a la CAF en temas de sostenibilidad medioambiental.
En algunos países prestatarios, la CAF provee arriba de 50% del financiamiento multilateral. Como una institución publica de tal importancia, su respuesta a la sociedad civil, hasta ahora, indica que la CAF continua evadiendo estándares de responsabilidad mínima como muchas de las otras instituciones financieras.
¿Cómo abrimos a la CAF?
La Corporación Andina de Fomenta ha sido descrito como una caja negra, y así es. Información no escapa del banco, y los detalles de los préstamos y acuerdos logrados con los países prestatarios nunca están diseminados al público. Tampoco colabora con la sociedad civil cuando planea financiar proyectos o programas.
Pero la verdad es, que hasta ahora, la sociedad civil no ha lanzado una campaña para abrir al banco. Sin presión desde la sociedad civil y los países miembros de la Corporación, la CAF nunca va a adoptar Derechos y Estándares Internacionales, no va a ser transparente ni responsable por sus proyectos, no va a consultar con los habitantes de los países prestatarios, y peor aun, no va a escucharles cuando un proyecto no debe ser financiado.
Entonces, es obvio que beneficiaría a todo el continente si la Corporación Andina de Fomento fuera una institución abierta, transparente y responsable que consultara con la sociedad civil y comunidades impactadas y que adoptara estándares y normas internacionales para regular sus operaciones. La pregunta es, ¿cómo abrimos a la CAF?
Hay varios métodos que se puede usar para empezar transformar a la Corporación Andina de Fomento. Aquí listo algunos, que deben estar implementados conjuntamente para asegurar que el banco presta atención a las demandas y sugerencias de la sociedad civil.
- Presionar al banco a través de los países miembros: Porque la CAF es una institución pública, formada por países miembros en la región, lógicamente parecería una buena idea presionar al banco a través de los representantes de los gobiernos involucrados. Sería difícil porque muchos de los gobiernos que son miembros de la CAF no quieren que la CAF sea un banco transparente que adhiera a estándares y normas internacionales, pero técnicamente los gobiernos tienen que responder a sus ciudadanos que pagan impuestos para que sus países puedan ser socios de la CAF. Esta es la estrategia que usan las organizaciones presionando al Banco Interamericano del Desarrollo para adoptar estándares y normas internacionales.
- Presionar al banco a través de otras Instituciones Financieras Internacionales (IFIs): Es una estrategia común presionar a un banco para adoptar las políticas de otra institución que son más fuertes. El único problema con esto es que sería mejor si la CAF adoptara estándares y normas internacionales en vez de utilizar las políticas (que muchas veces son bastante débiles y controversiales en sus mismos) de otros Bancos Multilaterales de Desarrollo.
- Presionar al banco para adoptar derechos y estándares internacionales: Muchos de los socios del banco han firmado convenios internacionales sobre el medio ambiente, transparencia, o los derechos humanos que establecen derechos, estándares y normas a los cuales los signatarios deben adherir. Se puede usar el hecho para presionar al banco para adoptar los derechos y estándares internacionales también, y así reforzar el compromiso de sus países miembros.
En conclusión, la Corporación Andina de Fomento es el enlace más débil en una cadena de IFIs operando en Sudamérica. Financia los proyectos más controversiales que los otros bancos no pueden financiar sin violar sus políticas de operación, y recibe dinero de dichos bancos (especialmente del BID) para hacerlo. Si no abrimos a la CAF, y si no la forzamos a adoptar políticas fuertes de divulgación, ambiente y derechos humanos, no importa que hagamos con los otros BMDs, porque si el BID no puede apoyar a un proyecto con altos impactos negativos porque viola sus políticas, la CAF sí puede, y podrá financiarlo.
Guion básico para la Corporación Andina de Fomento
Corporación Andina de Fomento (CAF): Guión Básico para la Sociedad Civil. Bank Information Center. Junio 2008
Documentos
Perfil del Programa GEOSUR 25 Mayo 2007
Caso Piloto de Aplicacion de la Metodologia EAE 25 Mayo 2007
Agenda del Taller de GEOSUR – Brasilia 20 Marzo 2007
Agenda Taller-EAE – Brasilia 20 Marzo 2007
Metodología Ambiental Estratégica Marzo 2007
Estratégica Ambiental de la CAF
Cooperación Técnica – Impulso para el desarrollo 2005
(Un resumen de la labor realizada por la CAF en el área de operaciones no-reembolsables para el 2004, que está alrededor de $15 millones por año. No incluye datos precisos sobre proyectos, montos, objetivos ni resultados.)
Flujos Financieros de la CAF (PowerPoint) 23 Mayo 2007