El país necesita una política de Estado tendiente al mejoramiento de la navegabilidad de la hidrovía Paraguay-Paraná, manifestó ayer con preocupación el presidente de la mesa sectorial de Transporte y Logística de Rediex, Ricardo dos Santos.
El país necesita una política de Estado tendiente al mejoramiento de la navegabilidad de la hidrovía Paraguay-Paraná, manifestó ayer con preocupación el presidente de la mesa sectorial de Transporte y Logística de Rediex, Ricardo dos Santos.
Agregó que en estos momentos no existe una política en tal sentido y se recurre a trabajos específicos solo cuando sobreviene un problema que necesite solución urgente.
Dos Santos informó al respecto que el Gobierno Nacional formalizó un acuerdo con Vías Navegables de la Argentina para realizar un dragado profundo del río Paraguay, trabajo que debería ser pagado en parte por la ANNP y los armadores fluviales.
“Pero se hacen pocos planes concretos y se concreta mucho menos aún, por lo que es necesario tener políticas y planes permanentes favorables a la navegabilidad del río epónimo. Son cosas simples las que se deben hacer para mantener condiciones óptimas de navegabilidad”, dijo.
Por otra parte, Dos Santos reconoció que la ANNP llevó a cabo últimamente trabajos de señalización y balizamiento de río Paraguay que constituyen “aspectos tan importantes como el dragado”.
Sin embargo, admitió que por el momento no se pueden hacer travesías nocturnas porque dicha señalización no ha finalizado en su totalidad y porque falta el dragado correspondiente.
La situación empeora con la bajante del río Paraguay, a consecuencia de la terrible sequía, que en estos momentos preocupa a autoridades y empresarios privados de la navegación, y aunque en algunos pasos difíciles se están haciendo labores de dragado por parte de la ANNP, son insuficientes.
Esto obliga a la disminución del tonelaje de carga que pueden llevar las barcazas, con el consiguiente perjuicio que representa en dinero y tiempo.
A pesar de todo, Dos Santos comentó que el sector naviero proyecta una inversión de 350 millones de dólares en la construcción de un total de alrededor de 500 barcazas nuevas y la reparación de unas 1.000 unidades usadas.