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Con movilizaciones pacíficas, acciones jurídicas, unidad y arraigo por su territorio ancestral los pueblos indígenas del Putumayo y algunas comunidades afrocolombianas lograron frenar la implementación del proyecto vial variante San Francisco -Mocoa, proyecto considerado por el gobierno como pilar para el “desarrollo” regional y que corresponde al IIRSA a través del corredor Multimodal Tumaco – Belém do Pará, Eje Amazonas, que busca implementar infraestructura para extraer recursos mineros, petroleros, energéticos, naturales, la biodiversidad y el conocimiento ancestral de la Amazonia.
By ismael and posted on 5 Enero 2011
Concejala Ati Quigua celebra este logro y apoya el proceso de estas comunidades en su defensa territorial
Con movilizaciones pacíficas, acciones jurídicas, unidad y arraigo por su territorio ancestral los pueblos indígenas del Putumayo y algunas comunidades afrocolombianas lograron frenar la implementación del proyecto vial variante San Francisco -Mocoa, proyecto considerado por el gobierno como pilar para el “desarrollo” regional y que corresponde al IIRSA a través del corredor Multimodal Tumaco – Belém do Pará, Eje Amazonas, que busca implementar infraestructura para extraer recursos mineros, petroleros, energéticos, naturales, la biodiversidad y el conocimiento ancestral de la Amazonia.
Los Pueblo Inga y Kamëntzá del putumayo y otros sectores sociales como comunidades afro de la Bota Caucana, campesinos y sociedad civil del Putumayo se han sumado a la defensa del territorio ancestral Carlos Tamabioy, Taita indígena quien legó para los pueblos este territorio sagrado; él mismo lo compró a la Corona Española en 1700. A raíz de varias acciones de movilización pacífica, derechos de petición y reclamos ante las administraciones e instituciones del Estado estas comunidades, en reunión con el gobierno el pasado 21 de diciembre, 2010, lograron que la pavimentación de la variante San Francisco- Mocoa se aplace hasta que se realice la consulta previa.
Este mecanismo del Derecho Internacional, Convenio 169 OIT, ratificado por el Estado colombiano mediante Ley 21 de 199, no ha sido posible ya que en el año 2002 el Ministerio del Interior y Justicia emitió un concepto que desconocía la presencia de comunidades indígenas en la región, una vez, así, el Ministerio de Ambiente expidió la licencia ambiental para realizar este proyecto vial, que afecta los resguardos Inga y Kamentzá, pero sobre todo afecta la selva virgen, el ecosistema, la biodiversidad, los derechos y el territorio ancestral de estas comunidades…
Conocido este concepto por los pueblos indígenas del Putumayo comienza una verdadera defensa de su territorio ancestral y por hacer valer su presencia milenaria allí, no obstante esto apenas comienza y ellos como herederos milenarios están dispuestos a llevar el proceso de resistencia hasta las últimas instancias si es preciso de orden internacional y mundial como las Cortes Internacionales de Justicia y ambientales. Así lo expresaron a Todos Atierra y al equipo asesor de la Concejala Ati varios de los 48 delegados que sostuvieron la reunión en Bogotá el mes pasado, donde acordaron llevar el tema a la Mesa Nacional de Concertación a realizarse, a comienzos de febrero en Mocoa.
La concejala Indígena Ati Quigua celebra la movilización de estas comunidades hasta la capital y otras regiones para defender sus derechos, su territorio y los derechos de la selva, acompaña su proceso. También recuerda al pueblo colombiano su deber de apoyar y promover el Referendo por los Derechos de la Naturaleza, que busca proteger el territorio de la minería y megaproyectos que depreden y destruyan la vida y la madre tierra y, promueve el respeto por los sitios sagrados y la naturaleza…
La defensa de los pueblos
“Como Pueblos Indígenas buscamos en el trayecto de la historia, el presente y proyectados a futuro la prevalencia territorial, cuidando y dando lo necesario por mantener el equilibrio espiritual y ambiental”, señalan las autoridades tradicionales Inga y Kamëntzá del Putumayo, en reciente derecho de petición enviado al Banco Interamericano de Desarrollo y los ministerios del Interior y Justicia, Medio Ambiente, Vías y Transporte, Minas y Energía y Agricultura. Agregan no sólo buscan la pervivencia suya, sino de todo lo que existe: la biodiversidad.
El derecho de petición del 21 de junio de 2010 firmado por varias organizaciones como la Asociación de Autoridades Tradicionales Pueblos Inga y Kamëntzá -Aincap Nukanchipa Tabanoc- y la Organización Zonal Indígena del Putumayo, OZIP, reseñan las constantes vulneraciones a sus derechos humanos y colectivos históricamente y piden establecer la Mesa de Consulta Previa con pueblos indígenas del Putumayo, especialmente los afectados y; retomar la Mesa regional Amazónica de los Pueblos Indígenas de la Amazonia colombiana, coordinado por el Ministerio del Interior y los Pueblos Indígenas, como escenario de concertación, entre otras exigencias… Ver derecho de petición
A raíz de este derecho de petición en el cual los pueblos indígenas exigen se reconozca su presencia en este territorio, los alcaldes de los municipios de Colon, Santiago, Sibundoy y San Francisco, integrados en la Asociación de municipios de la Cuenca Alta del Río Putumayo, emiten un comunicado en el cual reconocen no sólo la presencia de pueblos indígenas en la región, sino que se comprometen a respetar la biodiversidad étnica y los usos y costumbres de estos pueblos y apoyan sus acciones. A su vez respaldan la implementación de megaproyectos de “desarrollo”, en la región como la Variante San Francisco- Mocoa, “que ha sido el anhelo para el Putumayo”, señalan. Ver Comunicado alcaldes; así los indígenas, una vez más, tendrán que resistir al modelo de Estado económico capitalista.
Además de la reciente movilización los Cabildos y Pueblos Inga y kamëntzá que habitan el territorio ancestral Carlos Tamabioy han realizado movilizaciones y acciones como la marcha pacífica del 26 de junio de 2010, donde unas 7.000 personas marcharon desde san Andrés a San Francisco, en Sibundoy; los días 16 al 19 de julio del mismo año unas 450 personas realizaron la caminata por la senda de Sacha Mates desde el Alto Putumayo hasta Mocoa.
A ello se suma varios documentos de Derechos de Petición, Manifiestos que han presentado para defender sus derechos, su territorio y la naturaleza; solicitan revisar la razón de necesidades inmediatas de los actores y el reconocimiento de sus derechos humanos, territoriales, ambientales, culturales, económicos, acorde a su derecho propio y la Constitución Política, las leyes nacionales y el Derecho Internacional.
Uno de estos documentos es el Manifiesto de los pueblos indígenas de la Amazonia colombiana frente al megaproyecto vial: variante San Francisco- Mocoa en Putumayo, en el cual reafirman su derecho sobre el territorio ancestral y por ende el derecho a ser consultados en cualquier evento que se vea afectada su autonomía, integridad, territorio y sus derechos. La Variante San Francisco- Mocoa en sus 47 kilómetros cruza Territorio Ancestral de los pueblos Inga y Kamëntzá, poseído, conservada y protegida con gran celo por estos pueblos con su biodiversidad, riqueza natural y ambiental. Ver Manifiesto
Agenda de Implementación IIRSA, Ruta Mocoa- Pasto
El objetivo del Eje de Integración y Desarrollo para el Amazonas -en el cual esta inmerso la variante San Francisco-Mocoa-, enmarcado en la Iniciativa de Integración de Infraestructura Regional de Sudamérica, IIRSA, busca propiciar una mayor integración de la red de infraestructura de transporte de Colombia con Ecuador, Perú y Brasil, mediante el mejoramiento de comunicación por vía terrestre entre los países, que permita consolidar el Corredor de transporte Intermodal Tumaco -Puerto Asís – Belem do Pará, como mecanismo eficiente en la promoción del desarrollo del sur de Colombia y norte de Ecuador, Perú y Brasil, fortaleciendo el comercio entre los países del Eje del Amazonas. Ver proyección Agenda, Eje Amazonas, de Implementación Consensuada, tal como estaba planteada 2005-2010.
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Como lo explicó la Concejala Ati Quigua, el 22 de mayo de 2009 en control político al cumplimiento del Acuerdo 347 del Agua, en el orden mundial nuestro hemisferio es de especial atención frente al agua y los recursos que contienen nuestro territorios; los gobiernos americanos desde el modelo capitalista “afianzan propuestas económicas para maximizar la riqueza y el poder de sus élites. A partir de este modelo surgen los megaproyectos encaminados a establecer una infraestructura en transporte, energía y telecomunicaciones”. (La gestión del agua en Bogotá región, Todos Atierra)
La Iniciativa de Integración de la Infraestructura Regional de Sudamérica, IIRSA, es un conjunto de megaproyectos orientados hacia un modelo desarrollista y extractivista, surgió en el año 2000 como propuesta del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, a la reunión de presidentes de América del Sur celebrada en Brasilia a finales de agosto. Allí los 12 mandatarios de la región acordaron realizar acciones conjuntas para impulsar el proceso de integración política, social y económica suramericana, incluyendo la modernización de la infraestructura regional y acciones específicas para estimular la integración y desarrollo de subregiones aisladas.
Tal compromiso se tradujo en un Plan de Acción, formulado en la reunión de Ministros de Transporte, Energía y Telecomunicaciones de América del Sur, realizada en Montevideo, en diciembre de 2000, el cual estableció las líneas de acción principales de IIRSA, hoy constituido como marco de referencia para el desarrollo de estas actividades. Estas actividades de la IIRSA buscan identificar requerimientos de tipo físico, normativo e institucional para planificar e implementar las infraestructuras estructurantes de integración suramericana, trazando fines como: coordinación de planes e inversiones; compatibilización y armonización de aspectos regulatorios e institucionales asociados y; generar mecanismos innovadores de financiamiento público y privado.
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En respuesta a ello el movimiento indígena de Latinoamérica, en distintos escenarios y con sus distintas organizaciones ha optado por sentar una oposición reflexiva en defensa del territorio, la autonomía y los derechos de los pueblos aborigen del continente, que se ven amenazados y vulnerados con este proyecto “devastador y depredador de la Madre Naturaleza”, consideración hecha por organizaciones como la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas y la ONIC entre otras.
En 2002 en la Paz Bolivia, los pueblos y organizaciones indígenas del continente, reunidos para analizar los impactos del IIRSA, solicitaron la intervención del Alto Comisionado en Derechos Humanos de Naciones Unidas, para que un Relator Especial efectúe una investigación inmediata de “este gigantesco impacto de etnocidio y ecocidio en Sudamérica, que además agravará la crisis climática”. Acordaron realizar las demandas jurídicas necesarias y acudir a los mecanismos de protección que les favorezcan para salvar de la extinción a sus pueblos, que se agrava con esta iniciativa y proteger los recursos de la naturaleza, sin duda la más afectada con el proyecto integracionista.
Mientras que en Washington, el 02 de noviembre de 2009, durante la Audiencia realizada en la CIDH sobre situación de pueblos indígenas afectados por proyectos del IIRSA, los pueblos dejaron claro la vulneración del derecho a la consulta y el consentimiento previo, libre e informado a que tienen derecho estos pueblos.
En estas circunstancias y en este contexto los pueblos indígenas del Putumayo y del continente reciben y resisten con el nuevo año y los nuevos tiempos. Hablamos con varios de los afectados, quienes sólo piden respeto a su territorio Sagrado, respeto a la naturaleza y su autodeterminación…